Publicado en Mon Empresarial, Mayo de 2009
Francisco Giménez Plano
Consejero Delegado de Augere
En medio de las aguas turbulentas de este océano, quien esté pensando en que agarrándose a la tabla en solitario logrará salvarse, se está equivocando. La crisis no es sólo económica. Nuestra manera de ver el mundo condiciona nuestra manera de relacionarnos, y bajo ella se está desvelando una crisis de valores y del modelo de relaciones fundamentalmente basado en la búsqueda de la maximización de las posiciones individuales.
Hoy ese modelo ya no funciona. Llegar con vida a la playa dependerá de si somos o no capaces de construir una balsa con espacio para todos, sin lujos pero flexible y resistente a los vientos y al oleaje. Dicho de otra forma, dependerá de cómo creemos relaciones basadas en la voluntad de compartir un espacio común a largo plazo, que permita optimizar las relaciones y sus resultados, y no maximizarlas, para que todo el mundo sienta que forma parte de un proyecto compartido, con esperanza, ilusión y sentido.
Cuando se ha estado a las maduras, también toca estar a las duras, pues corren tiempos en los que se hace imprescindible arrimar el hombro, hacer piña, ajustar las expectativas y ser creativos para construir un futuro común. Un sentido de comunidad que otorga valor al todo, para aportárselo a sus miembros, porque trabajar por el bien común contribuye a hacer crecer a las partes.
La consigna del sálvese quien pueda nos empobrece, nos hace más pequeños, nos resta. Salvémonos todos. Porque juntos, no sólo podemos llegar a la playa, sino que además podemos crear una realidad diferente, mejor que la existente.
domingo, 19 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario