jueves, 1 de marzo de 2007

Equiporquesta

Publicado en Mon Empresarial, Marzo de 2007

Francisco Giménez Plano
Director General de Augere & Asociados y de Augere Foundation

Escuchando a una orquesta, no puedo dejar de ver a un equipo perfectamente alineado. Deformación profesional. Seis aspectos se destacan como claves de dicho alineamiento:

Un entorno de actuación común, un escenario, una partitura, la música como contexto. Tan previsible como las notas escritas, tan variable como la expresión de la creatividad de cada uno de los músicos.

Una manera de hacer común, un estilo, un tempo, un ritmo, el sello de una dirección, Cada uno se relacionará con el resto a través de la música de una determinada manera.
Las competencias que orientan al conjunto en una dirección. Aprendizaje, escucha activa, comunicación no verbal, trabajo bajo presión, asimilación de jerarquías, máximo rendimiento, gestión del estrés.

Unos valores y creencias compartidos, que delimitan las reglas que les permiten funcionar. Disfrute, amor, respeto, esfuerzo, tolerancia al error para dar lo mejor a la “hora de la verdad”, compartir, cooperar y orientarse a resultados.

Unos roles diferenciados, aprovechando la singularidad de los talentos individuales. Cada instrumento es diferente; pero todos contribuyen a crear una melodía. Son imprescindibles, aportan algo diferencial, como los instrumentistas que los hacen sonar. Es la melodía y el ritmo el que integra las diferencias. Como una visión y misión compartidas.

Finalmente, un marco que trasciende del individuo, para trasladarse al colectivo, con una vocación de impacto en los demás. No estamos solos. Logramos la melodía porque tocamos juntos, porque hemos alineado cada uno de nuestros movimientos y emociones, para sonar como “uno”. Más allá de nosotros mismos, somos un equiporquesta.

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